SANDÍA SANDÍA

 
 

ACTRIZ - PALESTINA 1

ACTOR - PALESTINA 2

ACTOR - SION 1

ACTRIZ - SION 2

CONDUCTOR



Ensayo. Cinco actores en el proscenio. Uno de ellxs, el  conductor de los noticieros, define de una manera lúdica (1) a qué bando va a pertenecer el resto del elenco. 


CONDUCTOR (mientras señala a un compañerx por cada palabra o sílaba): Sandía-sandía-tú-serás-Pa-les-ti-na. 


PALESTINA 1 (mientras se ubica a un costado del escenario): ¡Vamos!


CONDUCTOR: Melón-melón-tu-serás-de-Sion.


SION 1: ¡No puede ser! Siempre me toca de villano.


ACTRIZ: Te sale bien.


SION 1 (mientras se ubica en el otro costado del escenario): No me encasilles.


CONDUCTOR: Sandía-sandía-tú-serás…


ACTRIZ: Esperá, esperá, estás haciendo mal. Tenés que empezar conmigo. Yo estaba al lado de (señalando a Sion 1) él.


ACTOR: Es lo mismo, Pipi.


ACTRIZ: Bueno, si da lo mismo que empiece como digo yo. Para mí es importante.


PALESTINA 1: Para todxs lo es.


CONDUCTOR: ¿Vos qué querés ser?


ACTRIZ: Palestina.


CONDUCTOR: Bueno, entonces, por esta vez, serás de Sión.


SION 2 (por lo bajo, mientras se va a su costado): Y vos siempre sos el conductor, ¿no?


CONDUCTOR: Esto no es Rebelión en la granja. 


PALESTINA 2 (mientras va hacia su costado): No da que nos peleemos por nimiedades en una obrita que pretende ser antibélica.


CONDUCTOR: Empecemos, ¿sí?


Se escucha una cortina musical de noticiero. El Conductor toma asiento detrás del escritorio. Coloca sobre el mismo, una banderita de Israel.


CONDUCTOR: Buenas noches, soy Eduardo Feinmann y este es el noticiero principal de SION TV. En estos momentos, el ejército israelí está avanzando exitosamente sobre la Franja de Gaza en respuesta al brutal ataque sufrido por los salvajes infames cobardes perversos terroristas de Hamas. Tenemos comunicación directa con un corresponsal desde la frontera. Adelante, te escuchamos.


SION 1 (2): Hola, Eduardo. Como bien dijiste, todo este despliegue colosal es fruto de la maldición del 7 de octubre cuando miles de terroristas de Hamas, respaldados por Irán y procedentes de Gaza, irrumpieron en Israel en camionetas y motocicletas, y cometieron atrocidades inimaginables. Asesinaron brutalmente a 1200 personas. Violaron y mutilaron a mujeres. Decapitaron a hombres. Quemaron vivos a bebés. Escenas que recordaban al Holocausto nazi. Hamas secuestró a 251 personas de decenas de países diferentes y las llevó a los calabozos de Gaza. Con nosotros está el padre de uno de los secuestrados. Su delito fue asistir a un festival de música. Y estos monstruos asesinos se lo llevaron. 


SION 2 (3): Mi hijo es valiente y muy afectuoso con la familia. Está lleno de un inmenso amor. Siempre fue un chico bueno, me llama dos veces al día y, si no respondo, me vuelve a llamar. Necesito volver a escuchar sus llamadas. Yo soy un hombre sencillo, un padre cuya vida se ha derrumbado. 


CONDUCTOR: Pobre hombre. ¿Tiene puesto el auricular?


SION 1: No.


CONDUCTOR: Decile que no se preocupe, que nuestro ejército ya está haciendo su trabajo. ¡El bien triunfará!


SION 1: Eduardo dice que no se preocupe, que nuestro ejército está haciendo lo correcto. Que el bien triunfará.


SION 2: Yo no sé lo que está bien y lo que está mal. No soy político ni militar. Sólo quiero a mi hijo en casa. Pienso que la única forma de garantizar el regreso de los rehenes es un acuerdo, una tregua. 


CONDUCTOR: Bueno, bueno…


SION 2: Queremos paz. 


CONDUCTOR: Lamentablemente se entrecorta. Estamos con algunos problemitas de transmisión. Vamos a una tanda y volvemos con el desarrollo de esta noticia. (Se escucha otra cortina musical. El Conductor baja la banderita de Israel y coloca otra de Palestina.) Buenas noches, mi nombre es Edu Fein Maan, transmitiendo desde nuestros estudios en El Líbano. En estos momentos, la Franja de Gaza está bajo un intenso fuego del ejército israelí. Atacan escuelas, hospitales, civiles. Quieren masacrar al pueblo. Pero no lo conseguirán. La voz de los mártires de Palestina seguirá viva en el recuerdo de quienes sobreviven a este genocidio.


Lo que sigue tiene el formato de un montaje de testimonios.


PALESTINA 1 (4): Lo que más amo en Gaza es la bondad de la gente y su sencillez, y lo que más odio es el fanatismo de los partidos políticos. A veces siento que hay una contradicción entre todo este amor y la sencillez de la gente, y esta maldad que domina la situación. Si pudiera hubiera resuelto el problema de la división del país. 


PALESTINA 2 (5): Mi abuelo era un terrorista. Cuidaba su campo, regaba las rosas del patio, fumaba cigarrillos con mi abuela en la playa amarilla, tumbado allí como una alfombra de oración. Recogía naranjas y limones, iba a pescar con sus hermanos hasta el mediodía y cantaba una canción reconfortante de camino. 


PALESTINA 1: El otro día asesinaron a un gran líder de Hamas. Todos los medios de comunicación en el mundo cubrieron el acontecimiento. Pero el mundo pensaba una cosa y nosotros otra. Mis hermanos pequeños Mody y Sallouma, y mi papá estaban en nuestro terreno junto a la casa del líder de Hamas. 


PALESTINA 2: Mi abuelo era un terrorista. Preparaba una taza de té con leche y se sentaba en su tierra verde, suave como la seda. Salía de su casa, dejándola para los invitados que llegaban, dejaba un poco de agua en la mesa, la mejor, para que los invitados no murieran de sed después de su conquista.


PALESTINA 1: Les llamamos mil veces, y como siempre las líneas de los móviles no funcionaban, eso nos puso más tensos. Mi mamá iba y venía, se asomaba al balcón, como un pequeño pájaro al que se le han llevado a sus hijos. Se imaginaba que el balcón era el salvador de Mody y Sallouma y papá. Yo me puse muy nerviosa y lloré. Mody y Sallouma suelen dormir en mis brazos, y mi alma está relacionada con ellos. Sentí que si no volvían iba a perder mi alma, que se iba a escapar y que me moriría.


PALESTINA 2: Mi abuelo era un terrorista. Caminó hasta el pueblo seguro más cercano, vacío como un cielo sombrío, vacío como una tienda desierta, oscuro como una noche sin estrellas. Mi abuelo era un hombre, el sostén de diez familias, cuyo lujo era tener una tienda de campaña, con una bandera azul de la ONU colocada en un mástil oxidado, en la playa, al lado de un cementerio.


PALESTINA 1: Una hora más tarde, estaban tocando a la puerta de nuestra casa, era papá que regresaba con Mody y Sallouma. Era la primera vez que sentía cuánto los amaba, lo mucho que los quería, que no podía soportar estar lejos de ellos. También fue la primera vez que sentí que mi mamá ama a mi papá. ¿Por qué vivimos de esta manera? Tomaron nuestra tierra y nos echaron de nuestras casas. Y porque nos estamos defendiendo, ¿nos sucede todo esto? No hay agua ni electricidad, no hay teléfonos ni gasolina. ¿Qué somos para el mundo? ¿No somos seres humanos?


De repente, se escucha el ruido de sirenas, aviones, helicópteros. Un infierno está por desatarse sobre todos. Se corta la luz. El Conductor baja la banderita de Palestina. Luego, coloca sobre el escritorio una sandía, un cuchillo y un menorá, candelabro judío, el cual enciende. Lxs actores se sientan alrededor de la mesa. El Conductor corta la sandía y reparte porciones entre sus compañerxs. Comen en silencio. Comen en silencio. Sin apuro. Fraternalmente.


CONDUCTOR: ¿Terminaron la canción? 


SION 2: Faltan algunos pequeños arreglos.


PALESTINA 2: Pero ya casi está.


CONDUCTOR: ¿Se puede escuchar?


SION 2: Bueno.


Sion 2 canta y Palestina 2 acompaña con la guitarra (6). El resto sigue comiendo sandía.


SION 2: 


Niños hambrientos

Hijos de vientos

Abrasadores

En un infierno


Niñas soñando con

Salir volando

De ese agujero

Que es un infierno


Bombas y drones

En vez de cielo

Franja de Gaza

Es un…


La canción se interrumpe cuando el Conductor apaga todas las velas del menorá, dejando la escena a oscuras por unos segundos. De repente, una linterna de celular sostenida por Sion 1 alumbra la cara de Palestina 2 que se encuentra sentada en una silla con las manos detrás del respaldo, dando la impresión de estar atada.


PALESTINA 1 (7): Mi tío abuelo David nace en Buenos Aires, en el barrio de Floresta, en los años treinta. En 1948 se crea el Estado de Israel y se va para allá, la ansiada patria para su pueblo exiliado. Cuando llega, se acuchilla con las personas que viven en el lugar donde él quiere hacer su nuevo mundo: territorio comunitario, trabajos rotativos, jerarquías disueltas. La primera construcción de su kibbutz no es una carpa, no es un pozo de agua: es un cementerio donde enterrar a tres de nueve. ¿Que cuántos palestinos acuchilló mi tío? Por su forma de inclinar la frente y levantar las cejas supongo que bastantes. Cuarenta y dos años después nazco yo. (Sion 1 le patea la silla.) Sesenta y dos años después, él viene de visita a Buenos Aires y vamos a buscar la casa donde nació. Segurola y la segunda o tercera calle paralela a Juan B. Justo, para el lado de Monte Castro. Caminamos por la vereda y él acaricia los paraísos. Son los mismos, dice, cambiaron pero son los mismos, mis favoritos. Me dice que hace años no siente miedo. Que en 1967 entró a trabajar en el Mossad. Lo raptaron, lo encapucharon y lo entrenaron, como en las películas. Empiezo a escuchar con más atención. Me dice que no ponga esa cara, que lo que me está por contar es secreto. Cómo pasaban fronteras con sigilo, cómo falsificaban documentos con prolijidad, cómo ponían bombas en autos de líderes palestinos, del aeropuerto al hotel, del hotel a la calle, pasando papelitos, espiando fotos, cambiando patentes, sincronizando relojes, desaprendiendo reflejos, inventando códigos secretos. 


Antes de terminar el relato de Palestina 1, Sion 2 es sentada de mala manera en otra silla por Palestina 2. También ella da la impresión de estar atada de manos. Cuando termina el relato de Palestina 1, Palestina 2 alumbra con la linterna de su celular a Sion 2.   


SION 2: Ghassan Kanafani nace en Palestina en 1936, en Acre, una ciudad pequeña cerca de Nahariya. Al norte de lo que en 1948 empieza a llamarse Israel, luego de una reunión de Naciones Unidas. En una mesa unos hombres blancos de traje negro despliegan cuadernos y mapas y firman y los guardan. Como años atrás desplegaron otros cuadernos y mapas y se repartieron África y firmaron. Kanafani y su familia escapan a Líbano y luego a Siria. Su padre es juez, se dedica a confrontar la ocupación británica. Y Ghassan empieza a trabajar para confrontar la ocupación israelí. (Palestina 2 le patea la silla a Sion 2.) Que son lo mismo pero no es igual. Entonces estudia, conoce gente, organizaciones, publica cuentos y novelas, se une al Frente Popular por la Liberación Palestina, hace una imprenta, escribe, arenga, de mano en mano, con casi nada. Son los años setenta: hay que radicalizar, radicalizar, la vía pacífica no existe más, no se puede vivir sin tierra, sin agua, sin lengua, veinte años en campos de refugiados, ¿de qué no violencia estamos hablando? Un día reparten veintitrés mil. Veintitrés mil impresos en un día. (Palestina 2 le vuelve a patear la silla a Sion 2.) Se juntan a celebrar, entre rodillos y tipos móviles y pilas de hojas y olor a tinta. Y botellas y libros y manos y en un momento se despiden: chau, hasta mañana, y Ghassan sale por el portón. Camina con su sobrina hasta el auto. Mete la llave en la cerradura. Abre la puerta, y se sienta en la butaca. Contrae los hombros, pone la llave en el arranque, y activa una bomba de tres kilos. 


PALESTINA 1: Que puso mi tío abuelo. Una bomba que puso mi tío abuelo justo cuando Ghassan Kanafani festejaba que su pueblo y sus palabras se estaban moviendo. Mi tío abuelo se entrenó para ponerle una bomba al auto de Kanafani. (Palestina 2 le patea la silla.)


SION 2: Una suerte de Rodolfo Walsh palestino. (Sion 1 le patea la silla.)


PALESTINA 1: Mi tío abuelo me dijo: matar o morir. (Palestina 2 le patea la silla y Palestina 1 cae al suelo.)


SION 2: Kanafani me dijo: podés cambiar el relato de tu vida. (Sion 1 le patea la silla y Sion 2 cae al suelo.)


Se apagan las linternas de los celulares. Todo vuelve a quedar a oscuras. Palestina 2 empieza a tocar en la guitarra 2+2=5 de Radiohead. Se encienden las luces. El Conductor con una careta de Donald Trump empieza a gritar la letra de la canción en castellano, tratando de imitar la voz y los gestos de Javier Milei. 


CONDUCTOR:

 

¿Sos tan soñador
para enderezar al mundo?
Mejor quedate en tu casa,
donde dos y dos siempre suman cinco.


Voy a allanar los caminos.
Atrincherate y escondete.
Enero tiene lluvias de abril.
Y dos y dos siempre suman cinco.


Soy la forma del diablo.
No existe salida.
Podés gritar y chillar.
Pero ya es tarde.

Porque…


No prestaste atención.


RESTO DEL ELENCO (cantan en inglés, mientras bailan y corren por todo el escenario): Paying attention! Paying attention! Paying attention! Paying attention! 


A pesar de que intentan frenarlo, el Conductor logra apretar el botón rojo de un interruptor y todo vuelve a quedar a oscuras. El escritorio es usado para armar una barricada. Sobre la tabla que da al público se proyectan enfrentadas las banderas de Palestina e Israel. Lentamente se van acercando hasta superponerse, conformando una única y nueva bandera. Mientras esto sucede, escondido detrás de la barricada, el elenco repite la escena del comienzo. 


CONDUCTOR (mientras señala a un compañerx por cada palabra o sílaba): Sandía-sandía-tú-serás-Pa-les-ti-na. 


PALESTINA 1 (mientras se ubica a un costado del escenario): ¡Vamos!


CONDUCTOR: Melón-melón-tu-serás-de-Sion.


SION 1: ¡No puede ser! Siempre me toca de villano.


ACTRIZ: Te sale bien.


SION 1 (mientras se ubica en el otro costado del escenario): No me encasilles.


CONDUCTOR: Sandía-sandía-tú-serás…


ACTRIZ: Esperá, esperá, estás haciendo mal. Tenés que empezar conmigo. Yo estaba al lado de (señalando a Sion 1) él.


ACTOR: Es lo mismo, Pipi.


ACTRIZ: Bueno, si da lo mismo que empiece como digo yo. Para mí es importante.


PALESTINA 1: Para todxs lo es.


CONDUCTOR: ¿Vos qué querés ser?


ACTRIZ: Palestina.


CONDUCTOR: Bueno, entonces, por esta vez, serás de Sión.


SION 2 (por lo bajo, mientras se va a su costado): Y vos siempre sos el conductor, ¿no?


CONDUCTOR: Esto no es Rebelión en la granja. 


PALESTINA 2 (mientras va hacia su costado): No da que nos peleemos por nimiedades en una obrita que pretende ser antibélica.


CONDUCTOR: Empecemos, ¿sí?


Una vez superpuestas las banderas, el elenco se asoma para interpretar la canción final. Se suman a la guitarra más instrumentos, preferentemente un acordeón, una pandereta y alguno de viento. Sion 2 es la voz principal. El resto acompaña haciendo coros.   


Niños hambrientos

Hijos de vientos

Abrasadores

En un infierno


Niñas soñando con

Salir volando

De ese agujero

Que es un infierno


Bombas y drones

En vez de cielo

Franja de Gaza

Es un infierno


Muerte a la infancia

Y a la esperanza

Franja de Gaza

El gran infierno


Estribillo x 2:


No queda opción

(Franja de Gaza)

Es la misión

(Actuar en masa)

La desazón

(No es una casa)

Para esos niños

(De Franja de Gaza)


De a unx, se vuelven a ocultar detrás del escritorio. El último en bajar será aquel que toque el acordeón o instrumento de viento (8). Luego, apagón.



(1) Utilizando la típica canción del Poliladron para determinar quiénes harán de policías y quiénes de ladrones. 

(2) Fragmento de un discurso de Netanyahu en la ONU.

(3) Fragmento de testimonios de familiares de víctimas y rehenes del ataque de Hamas.

(4) Fragmento editado del testimonio de Sojoud que forma parte de Monólogos de Gaza.

(5) Mi abuelo era terrorista, poema de Mosab Abu Toha.

(6) Una primera versión se puede consultar en: canción Franja de Gaza

(7) Tanto el relato de Palestina 1 como de Sion 2 fueron extraídos de Oreja madre, libro de Dani Zelko.

(8) Todos estos movimientos del elenco son una cita a la versión de Outside the wall en los recitales de Pink Floyd y de Roger Waters en su etapa solista.